viernes, julio 06, 2007
Pamela Jiles: ¿Quién odia a la rubia de la lengua voraz?
* Es la lengua más poderosa de la actual farándula chilena. Sus comentarios son sabrosos, mordaces y llenos de un humor que se lo quisiera Coco Legrand… además de eso tiene un rostro que se lo envidia cualquier modelo… es decir, Pamela Jiles es una delicia en todo sentido… ¿Quién podría atreverse a odiarla?
Son los ojos más hermosos y expresivos que alguna vez haya visto la farándula chilena. Son los gestos y las expresiones más intensas que tenga un espacio en la televisión. Todo unido a una inteligencia que, a veces a uno lo hace sentir un ser limítrofe, incapaz de racionalizar con la claridad que ella lo hace. Es Pamela Jiles la conjunción perfecta entre inteligencia y belleza.
Hablar de su trayectoria es gastar letras, porque “la Jiles” es de esas que uno terminaría páginas y aún así no alcanzaría a enumerar todo sus aciertos o sus características. Yo la primera imagen que tengo de ella es en un reportaje de “Informe Especial”, es tan potente su imagen que casi me cuesta recordar claramente de que se trataba el reportaje (sumando que yo aún era un niño que a esa hora veía televisión entre bostezos), pero ahí estaba ella inundando la pantalla y trasmitiendo su voz profunda a través del aire para adentrarse a mis oídos.
Es ella, esa figura que uno escucha (sé que hay algunos que no gustan de sus comentarios), que seduce con las palabras y que al fin y al cabo provoca reacciones. Desde la época de la dictadura, Pamela Jiles se ha dado el lujo de decir las cosas casi sin freno aparente, sin medida y con una certeza admirable o mejor dicho, con una concordancia en sus ideas con las mías. Pero nada de eso sería tan potente a no ser por lo atrayente de su personalidad. Pamela Jiles es todo, es pensamiento, cuerpo y palabras.
Cuerpo: Mujer que haces para mantenerte así. Capaz de ser la imagen que tienen los adolescentes cuando se masturban. Capaz de ser la fantasía sexual de un niño de 12 años, hasta la de un abuelo de 90. Imagino que es caliente a morir, que no tiene reparos para envolverse como una serpiente en los cuerpos afortunados que te acompañan. Cuerpo hecho a mano, escultural por donde se le miré y aunque Italo Pasalacqua le diga cada vez que pueda que es una “veterana”, ella se mantiene como quiere. Miles de modelos, las que ella misma critica desde su tribuna de SQP, desearían su figura o mejor aún, de seguro no se verán ni un tercio de lo bien de lo que se ve Pamela Jiles a su edad. Punto. Es rica y nadie puede negarlo.
Pensamiento consecuente (una consecuencia que uno siente desde dentro. Se puede ser de Izquierda, pero se puede ser burgués, pero ella es ambos y en ambos se siente consecuente… ¿como lo hace? Ni idea), ideales profundos y correctos, sólo me falta escuchar sobre temas valóricos, aunque a juzgar por sus libros (que reconozco comencé a leer hace poco, pero que desde hoy serán mis libros de cabecera) ella debe ser liberal (así lo espero).
Palabras: Que lengua más mordaz, pero llena de una ironía que en realidad provoca envidia. Sus estruendos y versos que salen de esa boca caliente se elevan por entre las voces inmundas de la farándula chilena para caer sigilosas en los oídos y para retumbar en los cinco sentidos. Pamela Jiles habla y muchos se ponen como toros a punto de empalarse unos a otros, como caballos con el falo duro. Para mi Pamela Jiles es esperar una sonrisa espontánea… Pamela Jiles es un afrodisíaco para el humor inteligente.
¿Quién podría odiar tal perfección? Un envidioso simplemente. Qué importa si a veces raya en la crueldad… ella es auténtica. VIVA Pamela Jiles. No te mueras nunca.
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2 comentarios:
Omar: te felicito.
Aníbal
buenísimo
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