* Es la penúltima novela del escritor Stephen King que en Estados Unidos desbancó las listas de los más vendidos. Un libro entretenido, a ratos excesivo, pero que confirma que Sthephen King es el rey de los libros de “matiné”.
El maestro del horror moderno, como lo llaman sus fans, apareció en las librerías chilenas hace unos meses con una historia dedicada a George A. Romero, considerado el padre de los “muertos vivos”. Y es que “Cell”, (que puede ser traducida como “Celular”) su novela publicada en el 2006 en Estados Unidos y a comienzos de año en Chile, toma prestada claras referencias a la cinta que en 1968 dirigió George A. Romero y que es considerada hasta hoy una pieza de culto y la primera que dio origen a los zombies como hoy los concebimos, es decir, seres sedientos de carne humana fresca.
“Cell” comienza tan vigorosamente que sus primeras 40 páginas parecen transcurrir sin pausa, entre sangre a raudales y acción trepidante. Y su historia es simple. Una tarde Clayton Riddell, un dibujante de comics que busca desesperadamente una oportunidad, está en Boston por una entrevista de trabajo. Allí en medio de la pasividad de un primero de octubre ve como una mujer que compra helados ataca al heladero y le desgarra la garganta con los dientes y de pronto todo el mundo a su alrededor se transforma en un caos. Todos parecen transformarse en seres sedientos de violencia y donde la sangre no se demora en cubrir las calles de toda la ciudad. El culpable de tal caos parece ser la señal que emanan los celulares. Entonces se refugia junto a un grupo de sobrevivientes, entre los que se encuentra un gay con agallas, una chica sensible y niño con su abuelo adoptivo. Clayton tiene una sola cosa en mente, llegar hasta donde su hijo y su esposa pero a cada instante no puede olvidar que alguna vez le regaló a su hijo un celular rojo.
“Cell” desde el comienzo se lee como “cine en letras”, no en vano las novelas de Stephen King son adaptadas a la pantalla grande casi en forma inmediata (de hecho Eli Roth, director de las sangrientas “Hostal”, ya anunció que prepara la adaptación de este libro) y sus primeras páginas parecen ser parte de una larga secuencia de acción y sangre que está escrita para ser llevada al cine. Es que Stephen King posee un innegable talento y oficio para las descripciones y es capaz de imprimir rapidez a las letras cuando se lo propone. Igualmente sus personajes son creíbles y por momentos hasta logran crear alguna empatía con el lector, en especial Alice y Tom, que son los compinches inseparables de Clayton. Tom es gay (aunque no se hace mucha referencia a eso) y se nota que siente una fuerte atracción por Clayton, quien llega a estimarlo de sobremanera. Alice es casi como una niña huérfana que sólo quiere estar acompañada. Es un trío que lucha contra esta especie de “zombies” que matan a todo lo que se cruza por su camino, luego de ser “reprogramados” por el “El pulso”, como llaman al fenómeno que se propagó gracias a los teléfonos celulares.
Llena de referencias a las películas de zombies de George Romero (de ahí la dedicatoria), en especial en lo que respecta a como los “humanos” a veces nos transformamos en zombies gracias al consumismo (Romero hizo esa referencia en la cinta “El Amanecer de los Muertos” de 1978, la que tuvo un excelente Remake en el 2004). Aunque King agrega algunos puntos importantes en la historia reciente de Estados Unidos, como el hecho de la psicosis terrorista generada luego de los atentados a “Las Torres Gemelas” y la elección de Bush (incluso los personajes no lo nombran, pero hacen referencia a su gobierno diciendo. “el infierno en Estados Unidos llegó hace bastante antes que llegara El Pulso”).
El problema de “Cell” es que su historia ya no suena original. Los “rayados” como llaman a los zombies tecnológicos se parecen a los contaminados que ya salieron en cintas como “Exterminio” (28 days Later) y en varias novelas con referencias a virus exterminadores. Además a medio camino la novela pisa el freno para dedicarse a entender a los “rayados” y es ahí donde los personajes se estacan y la novela toma ribetes innecesarios, oníricos que se alejan del tono original donde lo más sabroso era leer como los personajes trataban de no ser masacrados por los zombies. El viaje al norte aun lugar que no se sabe si es una salvación o una condena, tampoco está del todo logrado y sólo se entiende la motivación de Clayton de ver a su familia.
“Cell” es entretenida gracias a que Stephen King tiene el oficio para crear historias de “matine” sangriento, con momentos rápidos y personajes bien delineados, pero en su desarrollo estructural es donde “Cell” decae. Aún así los fanáticos no quedarán decepcionados y seguramente esta novela se transformará en una sangrienta película de zombies que tendrá solo la mitad de la historia y la mitad de los personajes, aunque esperamos que Tom y Alice sobrevivan a la adaptación cinematográfica.
El maestro del horror moderno, como lo llaman sus fans, apareció en las librerías chilenas hace unos meses con una historia dedicada a George A. Romero, considerado el padre de los “muertos vivos”. Y es que “Cell”, (que puede ser traducida como “Celular”) su novela publicada en el 2006 en Estados Unidos y a comienzos de año en Chile, toma prestada claras referencias a la cinta que en 1968 dirigió George A. Romero y que es considerada hasta hoy una pieza de culto y la primera que dio origen a los zombies como hoy los concebimos, es decir, seres sedientos de carne humana fresca.
“Cell” comienza tan vigorosamente que sus primeras 40 páginas parecen transcurrir sin pausa, entre sangre a raudales y acción trepidante. Y su historia es simple. Una tarde Clayton Riddell, un dibujante de comics que busca desesperadamente una oportunidad, está en Boston por una entrevista de trabajo. Allí en medio de la pasividad de un primero de octubre ve como una mujer que compra helados ataca al heladero y le desgarra la garganta con los dientes y de pronto todo el mundo a su alrededor se transforma en un caos. Todos parecen transformarse en seres sedientos de violencia y donde la sangre no se demora en cubrir las calles de toda la ciudad. El culpable de tal caos parece ser la señal que emanan los celulares. Entonces se refugia junto a un grupo de sobrevivientes, entre los que se encuentra un gay con agallas, una chica sensible y niño con su abuelo adoptivo. Clayton tiene una sola cosa en mente, llegar hasta donde su hijo y su esposa pero a cada instante no puede olvidar que alguna vez le regaló a su hijo un celular rojo.
“Cell” desde el comienzo se lee como “cine en letras”, no en vano las novelas de Stephen King son adaptadas a la pantalla grande casi en forma inmediata (de hecho Eli Roth, director de las sangrientas “Hostal”, ya anunció que prepara la adaptación de este libro) y sus primeras páginas parecen ser parte de una larga secuencia de acción y sangre que está escrita para ser llevada al cine. Es que Stephen King posee un innegable talento y oficio para las descripciones y es capaz de imprimir rapidez a las letras cuando se lo propone. Igualmente sus personajes son creíbles y por momentos hasta logran crear alguna empatía con el lector, en especial Alice y Tom, que son los compinches inseparables de Clayton. Tom es gay (aunque no se hace mucha referencia a eso) y se nota que siente una fuerte atracción por Clayton, quien llega a estimarlo de sobremanera. Alice es casi como una niña huérfana que sólo quiere estar acompañada. Es un trío que lucha contra esta especie de “zombies” que matan a todo lo que se cruza por su camino, luego de ser “reprogramados” por el “El pulso”, como llaman al fenómeno que se propagó gracias a los teléfonos celulares.
Llena de referencias a las películas de zombies de George Romero (de ahí la dedicatoria), en especial en lo que respecta a como los “humanos” a veces nos transformamos en zombies gracias al consumismo (Romero hizo esa referencia en la cinta “El Amanecer de los Muertos” de 1978, la que tuvo un excelente Remake en el 2004). Aunque King agrega algunos puntos importantes en la historia reciente de Estados Unidos, como el hecho de la psicosis terrorista generada luego de los atentados a “Las Torres Gemelas” y la elección de Bush (incluso los personajes no lo nombran, pero hacen referencia a su gobierno diciendo. “el infierno en Estados Unidos llegó hace bastante antes que llegara El Pulso”).
El problema de “Cell” es que su historia ya no suena original. Los “rayados” como llaman a los zombies tecnológicos se parecen a los contaminados que ya salieron en cintas como “Exterminio” (28 days Later) y en varias novelas con referencias a virus exterminadores. Además a medio camino la novela pisa el freno para dedicarse a entender a los “rayados” y es ahí donde los personajes se estacan y la novela toma ribetes innecesarios, oníricos que se alejan del tono original donde lo más sabroso era leer como los personajes trataban de no ser masacrados por los zombies. El viaje al norte aun lugar que no se sabe si es una salvación o una condena, tampoco está del todo logrado y sólo se entiende la motivación de Clayton de ver a su familia.
“Cell” es entretenida gracias a que Stephen King tiene el oficio para crear historias de “matine” sangriento, con momentos rápidos y personajes bien delineados, pero en su desarrollo estructural es donde “Cell” decae. Aún así los fanáticos no quedarán decepcionados y seguramente esta novela se transformará en una sangrienta película de zombies que tendrá solo la mitad de la historia y la mitad de los personajes, aunque esperamos que Tom y Alice sobrevivan a la adaptación cinematográfica.
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