martes, septiembre 10, 2019

It 2: Excesiva pero entretenida experiencia de terror "light"

"It" es hasta ahora la película de terror más exitosa del cine. La mezcla entre horror más visceral y sangriento con la inocencia de un grupo de niños y una niña (a lo "Stranger Things"), sumado a un villano de lo más interesante, hicieron que la cinta fuera un tránsito a lo menos agradable en el mundo del terror para las masas. Cumplió su objetivo y con ello las boleterías del mundo explotaron. "It: Capítulo 2" trae de regreso al club de los perdedores 27 años después de la primera batalla.

El portal que permite al mal pasar a Darry, el pueblito dónde "It" tiene su centro de operaciones, vuelve a estar activo y con ello Pennywise (el payaso que sirve de corporalidad para el mal de It), ataca nuevamente. Esta vez y tal como sucede en la novela original de Stephen King escrita en 1986 (y que quizás es una de las secuencias más honestas, intensas y rápidas en la literatura de King en las que el elemento sobrenatural no está presente, si no más bien la monstruosidad de los seres humanos), un joven pareja gay sale de la feria de Darry. Ambos debido a unas fugaces muestras de cariño provocan la ira de un grupo de homofóbicos jóvenes, quienes los atacan, golpean y lanzan a uno de ellos al río desde un puente. La secuencia es cruda y demuestra que por mucho que el mundo de King esté plagado de monstruos, los humanos podemos ser peores. Tras caer al río, aparece "It" y le ofrece falsa ayuda, mientras su pareja lo busca desesperado.

Tal como en la apertura de la primera (la muerte del pequeño Georgie), la secuencia es brutal y muy bien manejada. Tras eso, el club de los perdedores tiene que reunirse ya adultos para enfrentar al que fue el terror de su niñez. Más allá de las alegorías propias al crecimiento, las marcas de la infancia y el crecimiento disfuncional de muchos de los personajes, la película propone un camino un poco diferente al de la primera entrega. Se reemplaza la tensión por la acción y la grandilocuencia, haciendo transitar a la película por momentos más gruesos y más cercanos al terror de masas de lo que fue su predecesora.

Hay secuencias, en las que ese imaginario de terror "pop", por momentos rozan el ridículo y casi la comedia (recuerda vagamente a "Arrástrame al Infierno" de Sam Raimi, una cinta descabellada e intencionalmente exagerada como comedia de horror), pero que se sienten forzados, parafernálicos y sobremusicalizados. Es en esas secuencias, de la "It 2" tiene sus mayores debilidades y que además provocan un quiebre narrativo no del todo logrado.

A pesar de eso, en la globalidad, "It 2" es una entretenida cinta de horror que no deja indiferente al fanático. Hay secuencias oscuras, tensas y muy logradas. El argentino Andrés Muschetti (responsable también de la primera entrega) tiene oficio para manejar la tensión y también para perfilar a los personajes en su tránsito de niños a adultos. Si bien, hay un exceso en el uso del flasch back, son aquellas secuencias que nos muestran a niños enfrentando horrores de adultos y ahora convertidos en adultos reaccionando como niños, las que mejor cuajan en la película.

Con actuaciones notables (en especial Bill Skarsgard), la película sostiene el tono (a pesar de sus trazos más duros en las secuencias no intencionalmente cómicas) y se siente rápida a pesar de sus casi tres horas de duración. Aunque resulta mucho menos aterradora que la primera parte (eso ya había ocurrido en la recordada primera adaptación de la novela en la serie de TV de 1990) y se deba quizás al material original y a que los adultos en peligro resultan menos indefensos que los niños.

En suma, entretenida cinta de horror para masas y una buen puerta de entrada para quienes no conocen un tipo de horror más comprometido. Una línea que fue mejor sorteada en la primera parte, pero que sigue estando, aunque más débil, en esta segunda entrega.

IT: chapter 2. USA. 2019. Terror.
Mayores de 14 años (algo de violencia y sangre)



viernes, septiembre 06, 2019

Muertos para mi


Una amistad entrañable, un dolor profundo, una mentira piadosa y una muerte inesperada. "Muertos para mi" es una comedia negra que reune todos esos elementos para construir una historia a ratos hilarante y a ratos simplemente desgarradora. Christina Applegate entrega una actuación descollante, que perfectamente puede ser la mejor de su carrera, pero sin sacrificar su esencia. Es una de las series imperdibles del año en NETFLIX.

Jane Harding (Applegate, ya lo dije está descollante) pierde a su marido en un atropello y entra a un grupo de ayuda para quienes han perdido seres queridos y que les permite lidiar con la muerte. Ahí conoce a Judy (Linda Cardellini, buena actuación y hermoso personaje). Ambas forman una amistad intensa, dónde una se transforma en el pilar de la otra. A pesar que no todo es transparencia en esta relación.

Aunque la serie toca temas profundos, logra manejarlos con un humor a ratos muy negro, pero honesto. Es capaz en unos pocos minutos hacernos pasar de las risas al llanto sin sacrificar ni la coherencia ni la narración. En este sentido, la serie en sus 10 capítulos se siente rápida (ayuda también el formato de 30 minutos) y es digna de una maratón, gracias a que la dirección y el guion cuajan casi a la perfección, incluso en los momentos donde la serie juega con la intriga y las fugas al thriller.

Es una delicia en muchos aspectos, desde los diálogos, hasta sus momentos más duros (que abundan). Tiene varios instantes de una sensibilidad exquisita que podría deberse a que es un producto ideado, creado y producido por mujeres, lo que llena a la serie de frases de un delicado feminismo, esto sin llegar a ser ultra combativo. Temas como la edad, el divorcio, la sexualidad, infidelidad son tocados en forma honesta y visceral. Y por supuesto, plagado de varios personajes secundarios que merecen atención (el hijo mayor y la ex suegra de Jane, por ejemplo).

En suma, es de esas series que uno puede ver en una tarde. Un imprescindible de este año. Christina Applegate simplemente se luce. Excelente.

Netflix, 10 capítulos de 30 minutos (Ya está confirmada una segunda temporada)

sábado, agosto 31, 2019

Dolor y Gloria: Almodóvar y su ejercicio de nostalgia

"Dolor y Gloria" es lo más parecido a un ejercicio de nostalgia hecho desde el corazón y con un personalismo directo. Desde ese aspecto es que logra involucrar al espectador con una historia en apariencia sencilla, pero profunda e intensa. 

A estas alturas Pedro Almodóvar no necesita demostrar nada. Salvador es un director de cine (sí, con ese dato parece inevitable pensar en una cinta autobiográfica), que esta en el ocaso de su carrera y además en un estado en que todo parece estar estancado. Entre sus recuerdos está su pueblo natal, la relación con su madre y la de su primer amor, marcado por elementos importantes. Como es costumbre en el cine de Almodóvar, las mujeres son fuertes y acá la madre del protagonista y su mejor amiga son elementos básicos en la narración. Penelope Cruz (durante los recuerdo de niñez) se convierte en una especie de espejismo ideal y son esas secuencias las que están hecha con más pasión e intensidad. El ritual del río es exquisito en estructura y presentación con elementos propios de la cinematografía de Pedro. Una pasión por la narrativa y los elementos propios del encuadre cinematográfico hacen de esa visión, un ejercicio de comprobación de amor por el cine, más allá de las referencia a la construcción propia de un imaginativo cinematográfico en la mente de nuestro protagonista, que entendemos avanzada la narración.
Los personajes, el amor de juventud, el amor maduro, el dolor de la soledad, se presentan para perfilar un personaje que nos parece propio y revelador. Como nunca pareciera que miramos a Almodóvar en su alma y en el rostro de Antonio Banderas. Eso nos hace creer o bien esa era su intención y con ellos nos hace parte de su propia narrativa. Con "Dolor y Gloria" entramos en su mundo más allá de los encuadres (como bien pareciera querer decirnos con la secuencia de los recuerdos). 
En suma, esta película es un reencuentro con ese Almodóvar más personal, más espontáneo y más dulce. Una película que juega con la nostalgia y lo logra. Es diferente, pero no ajena al mundo que este director nos crea en sus narraciones, con mayor o menor grado de interés de los espectadores dependiendo de cada película, siempre lo reconocemos. Muy Buena.

Dolor y Gloria. España, 2019. Drama.
Trailer: https://www.youtube.com/watch?v=K0mGbwHViYk
Mayores 14 años. Hay un desnudo frontal, pero nada que no pueda ver un niño/a en compañía de sus padre/madre.


domingo, agosto 11, 2019

Orange is the new black: El devastador final de las chicas

El final de la serie original de Netflix es devastador. Un golpe de drama en una serie que se mantuvo equilibrada entre la comedia y lo dramático. En esta temporada se cierran historias, pero deja momentos que rompen y traspasan más allá de las complejidades de los personajes. Un final de esos que se recuerdan por mucho tiempo.
Cuando se anunció que la Temporada 7 sería la última, el alivio fue mayor. Después de las explosivas temporadas 6 y 7, Netflix podría haber caído en el riesgo de alargar innecesariamente una serie que ya tenía asegurado su lugar entre los fanáticos. Sin duda, la tentación era grande y más aún con una serie de personajes entrañables, con dramas intensos y con mucho que entregar. 
Esta temporada vino a ser un cierre con momentos devastadores. Los personajes principales avanzan y anuncian su final que por momentos pinta para lo peor. 
Piper ya está en libertad tratando de organizar su vida y sin perder el contacto con su esposa Alex, que sigue en prisión. Para ellas la cosa no es fácil y si bien su historia se estacó en las temporadas anteriores, en esta revive y florece con un halo de romanticismo interesante. 
Si bien Piper es el hilo de la historia, son otros personajes los que en esta temporada estallan. Taystee es por lejos el personaje que mejor evoluciona. Es quien por momentos nos hace temer lo peor y nos entrega una dosis de humanidad necesaria en medio de tanta locura. Danielle Brooks construye un personaje inolvidable. 
La entrada en escena de la zona para extranjeras en situación irregular, permite crear momentos intensos y que son un abanderamiento necesario en la causa de los migrantes y la crisis humanitaria que vive el mundo. OITNB muestra el horror del sistema y cómo el odio a los migrantes y las políticas restrictivas causan daño, dolor, muerte. Sin duda, los momentos más emotivos están dados por estos personajes. Muchas de ellas en finales devastadores. 
Hay sin duda mucho, pero lo principal es reconocer que extrañaremos a las chicas. Daya y su madre (en una relación que explota), Suzanne en un cierre esplendoroso (Uzo Aduba, como siempre esplendorosa), Lorna y su mágica existencia nos devastan y Pennsatucky simplemente duele montones. Nicky es cuento a parte. Un personaje complejo y hermoso.
Hay momentos notables y actuaciones solidísimas de todo el elenco. Y personajes nuevos que a pesar de lo corta de su participación, logran entrar en nuestro corazón (la madre salvadoreña es el mejor ejemplo y la migrante de medio oriente).
Hay cierres terribles, pero en general esta temporada tiene un tono más dramático y necesario, sin olvidar los momentos de comedia. Un acierto total para una serie entrañable.

sábado, julio 27, 2019

El regreso de Chucky: Muñeco diabólico moderno


Regresa "Chucky". El malvado muñeco que en los 80 fue la delicia de los adolescentes consumidores de "slashers" y que hoy vuelve recargado en una versión moderna que deja atrás algunos tópicos y acoge algunas nuevas ideas, pero todo sin olvidar su esencia básica: ser una película de horror de un muñeco asesino.

En la cinta original de 1988 (Child´s play de Tom Holland) y que en America Latina se llamó "Chucky: el Muñeco diabólico, Tom Holland nos presentó a un tierno juguete con un secreto siniestro (no tan secreto porque lo sabemos desde el inicio de la cinta), alberga el alma de un asesino en serie que tras un ritual vudú se aloja en el muñeco, todo esto mientras la policía lo persigue. Ahora necesita un nuevo cuerpo para volver a ser humano. Ahí entra en acción Andy y su mamá.

En esta nueva entrega, el título en América Latina ya no parece tan apropiado. No hay rituales satánicos, vudú, almas en pena ni nada de eso. Ahora Chucky es un muñeco que representa el peligro de la realidad virtual sin control, una premisa mucho más acertada a nuestros tiempos y una vuelta de tuerca apropiada para una película que no abandona ni desestima su material original de origen. Esta es una película slasher, tal como las que abundaron en los 80 y 90. 

Andy recibe al tierno Chucky que rápidamente se convierte en su mejor amigo, debido a los problemas que tiene el niño para socializar. El descontrol de su sistema operativo rápidamente lo transforma en una asesino en serie y los cuerpos comienzan a acumularse, mientras Andy trata de frenar la carnicería. 

Esta versión es una salvajada entretenida, modernizada y que logra mantener la nostalgia de la original. No decepcionará a los fanáticos de Chucky y tampoco a un público más moderno que busca un horror menos comprometida, denso y tensional, si no más bien una montaña rusa plagada de sangre, saltos y chistes. Un acierto. 

Moderna, salvaje y deliciosa vuelta de Chucky. 

PD: Chucky original igual tiene sus momentos (la más "fome" es la segunda entrega). En especial cuando tomó el rumbo de la comedia y satirizó todo lo que conocíamos de ella. En esta cinta si bien el tono es más "recatado" con respecto a las últimas entregas de la saga original (La semilla de Chucky, La novia de Chucky, etc), mantiene esa deliciosa mixtura de horror y comedia, pero sin sacrificar al género por completo. 

Mayores de 14 años (ojo que es bien violenta, pero algunas muertes se tratan casi en tono parodia, lo que suaviza el impacto).

Foto: Fuente IMDB