· “Up, Una aventura de altura” es la nueva apuesta Disney-pixar que arrasó con la taquilla y es una demostración que el cine comercial puede también regalar joyas imperdibles como ésta y se estrena este jueves en el cine Star de Copiapó
“Up...” cuenta la historia de Carl Fredricksen, es un vendedor de globos que finalmente consigue llevar a cabo el sueño de su vida al enganchar miles de globos a su casa y salir volando rumbo a América del Sur, pero descubre demasiado tarde que la mayor de sus pesadillas se ha embarcado también en el viaje: un Explorador o boyscout llamado Russell, que tiene ocho años y un optimismo a prueba de bomba, que pone en peligro su sueño, que es cumplir el deseo de su difunta esposa.
Lo que parecía imposible, Pixar y Disney, lo logran otra vez y es entregar una película diferente y que se transforma en un placer para niños y adultos. Un viejo gruñón hace lo que un robot hizo el año pasado (“Wall-e” que parecía insuperable”) y que es entregar un personaje hermoso, intenso y profundo. Es que esta cinta, la humanidad es un rasgo primordial, que hace de Carl, un ser entrañable, que logra emocionar y también entretener. Es notable como “Up”, nos logra aterrizar y reflexionar sobre temas como la edad, los sueños y por sobre todo el amor. Es que el guión de esta película es tan efectivo que logra en una sola secuencia profundizar sobre Carl y su vida. En pocos minutos recorrimos los 78 años de este personaje, desde su profundo amor por Elie, su matrimonio, su imposibilidad para tener hijos y la dolorosa muerte de su amada, que en sí es quizás, una de las secuencias más logradas que nos haya regalado la animación en los últimos años. Una sola secuencia que por sí sola es capaz de estremecer, reflexionar y emocionar.
Lo que parecen ser temas muy adultos, como la muerte y la imposibilidad de tener hijos, son tratados de tal forma que funcionan en el contexto de una película para niños y niñas, sin sacrificar la profundidad. Aunque hay que reconocer que en esta cinta en tan sólo unos minutos se desborda la emoción. Tanta realidad y tanta dureza, se contrapone con el sentido lúdico que da la trama y es que rellenar cientos de globos con helio para elevar la casa, es una fantasía que logra equilibrar lo duro del personaje y lo duro que se desarrolla esta comedia animada con tintes de drama romántico.
Es esa contraparte la que sostiene a “Up” y que lejos de transformarse en una incongruencia, la potencia. El viaje fantástico e imposible, en el que Carl es acompañado por un niño boy scout, que también arrastra sus propias carencias, se transforma en un símbolo ineludible del escape de una sociedad donde los adultos mayores y los niños o niñas con familias diferentes (Rusell, el niño explorador es hijo de una familia divorciada y de un padre ausente) tienen una cabida menor. Elevarse en globos para viajar a un lugar desconocido y paradisíaco, es salir de una sociedad discriminadora e irrespetuosa. Y es en este viaje donde “Up” se encarrila directamente a la acción sin frenos, a los chistes inteligentes y por supuesto a reflotar con humor la profunda humanidad de sus personajes. La fantasía se acrecienta cuando conocen a “Dug”, un perro parlanchín y a “Kevin”, un ave bastante extraña. Ahí en ese contexto de la fantasía más profunda, “Up” explora otras aristas como es el amor, el recuerdo y la lealtad como valores casi ausentes en la actualidad.
“Up” es una cinta maravillosa. Un placer para grandes y chicos que golpea en el corazón y que estremece hasta en sus partes más fantasiosas. Una verdadera obra maestra del nuevo cine de animación dirigido a los niños y niñas, donde los temas cada vez se profundizan, pero que tampoco dejan de lado el espacio para la fantasía y por sobre todo, el espacio para soñar. “Up” es una película imperdible e ideal para toda la familia.
Ojo con dos secuencias que son capaces de arrancar más de una lágrima y con un final esperanzador y donde la realidad convive con la fantasía. En suma, “Up” es un clásico instantáneo y entretenido.
Lo que parecía imposible, Pixar y Disney, lo logran otra vez y es entregar una película diferente y que se transforma en un placer para niños y adultos. Un viejo gruñón hace lo que un robot hizo el año pasado (“Wall-e” que parecía insuperable”) y que es entregar un personaje hermoso, intenso y profundo. Es que esta cinta, la humanidad es un rasgo primordial, que hace de Carl, un ser entrañable, que logra emocionar y también entretener. Es notable como “Up”, nos logra aterrizar y reflexionar sobre temas como la edad, los sueños y por sobre todo el amor. Es que el guión de esta película es tan efectivo que logra en una sola secuencia profundizar sobre Carl y su vida. En pocos minutos recorrimos los 78 años de este personaje, desde su profundo amor por Elie, su matrimonio, su imposibilidad para tener hijos y la dolorosa muerte de su amada, que en sí es quizás, una de las secuencias más logradas que nos haya regalado la animación en los últimos años. Una sola secuencia que por sí sola es capaz de estremecer, reflexionar y emocionar.
Lo que parecen ser temas muy adultos, como la muerte y la imposibilidad de tener hijos, son tratados de tal forma que funcionan en el contexto de una película para niños y niñas, sin sacrificar la profundidad. Aunque hay que reconocer que en esta cinta en tan sólo unos minutos se desborda la emoción. Tanta realidad y tanta dureza, se contrapone con el sentido lúdico que da la trama y es que rellenar cientos de globos con helio para elevar la casa, es una fantasía que logra equilibrar lo duro del personaje y lo duro que se desarrolla esta comedia animada con tintes de drama romántico.
Es esa contraparte la que sostiene a “Up” y que lejos de transformarse en una incongruencia, la potencia. El viaje fantástico e imposible, en el que Carl es acompañado por un niño boy scout, que también arrastra sus propias carencias, se transforma en un símbolo ineludible del escape de una sociedad donde los adultos mayores y los niños o niñas con familias diferentes (Rusell, el niño explorador es hijo de una familia divorciada y de un padre ausente) tienen una cabida menor. Elevarse en globos para viajar a un lugar desconocido y paradisíaco, es salir de una sociedad discriminadora e irrespetuosa. Y es en este viaje donde “Up” se encarrila directamente a la acción sin frenos, a los chistes inteligentes y por supuesto a reflotar con humor la profunda humanidad de sus personajes. La fantasía se acrecienta cuando conocen a “Dug”, un perro parlanchín y a “Kevin”, un ave bastante extraña. Ahí en ese contexto de la fantasía más profunda, “Up” explora otras aristas como es el amor, el recuerdo y la lealtad como valores casi ausentes en la actualidad.
“Up” es una cinta maravillosa. Un placer para grandes y chicos que golpea en el corazón y que estremece hasta en sus partes más fantasiosas. Una verdadera obra maestra del nuevo cine de animación dirigido a los niños y niñas, donde los temas cada vez se profundizan, pero que tampoco dejan de lado el espacio para la fantasía y por sobre todo, el espacio para soñar. “Up” es una película imperdible e ideal para toda la familia.
Ojo con dos secuencias que son capaces de arrancar más de una lágrima y con un final esperanzador y donde la realidad convive con la fantasía. En suma, “Up” es un clásico instantáneo y entretenido.
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