"It" es hasta ahora la película de terror más exitosa del cine. La mezcla entre horror más visceral y sangriento con la inocencia de un grupo de niños y una niña (a lo "Stranger Things"), sumado a un villano de lo más interesante, hicieron que la cinta fuera un tránsito a lo menos agradable en el mundo del terror para las masas. Cumplió su objetivo y con ello las boleterías del mundo explotaron. "It: Capítulo 2" trae de regreso al club de los perdedores 27 años después de la primera batalla.
El portal que permite al mal pasar a Darry, el pueblito dónde "It" tiene su centro de operaciones, vuelve a estar activo y con ello Pennywise (el payaso que sirve de corporalidad para el mal de It), ataca nuevamente. Esta vez y tal como sucede en la novela original de Stephen King escrita en 1986 (y que quizás es una de las secuencias más honestas, intensas y rápidas en la literatura de King en las que el elemento sobrenatural no está presente, si no más bien la monstruosidad de los seres humanos), un joven pareja gay sale de la feria de Darry. Ambos debido a unas fugaces muestras de cariño provocan la ira de un grupo de homofóbicos jóvenes, quienes los atacan, golpean y lanzan a uno de ellos al río desde un puente. La secuencia es cruda y demuestra que por mucho que el mundo de King esté plagado de monstruos, los humanos podemos ser peores. Tras caer al río, aparece "It" y le ofrece falsa ayuda, mientras su pareja lo busca desesperado.
Tal como en la apertura de la primera (la muerte del pequeño Georgie), la secuencia es brutal y muy bien manejada. Tras eso, el club de los perdedores tiene que reunirse ya adultos para enfrentar al que fue el terror de su niñez. Más allá de las alegorías propias al crecimiento, las marcas de la infancia y el crecimiento disfuncional de muchos de los personajes, la película propone un camino un poco diferente al de la primera entrega. Se reemplaza la tensión por la acción y la grandilocuencia, haciendo transitar a la película por momentos más gruesos y más cercanos al terror de masas de lo que fue su predecesora.
Hay secuencias, en las que ese imaginario de terror "pop", por momentos rozan el ridículo y casi la comedia (recuerda vagamente a "Arrástrame al Infierno" de Sam Raimi, una cinta descabellada e intencionalmente exagerada como comedia de horror), pero que se sienten forzados, parafernálicos y sobremusicalizados. Es en esas secuencias, de la "It 2" tiene sus mayores debilidades y que además provocan un quiebre narrativo no del todo logrado.
A pesar de eso, en la globalidad, "It 2" es una entretenida cinta de horror que no deja indiferente al fanático. Hay secuencias oscuras, tensas y muy logradas. El argentino Andrés Muschetti (responsable también de la primera entrega) tiene oficio para manejar la tensión y también para perfilar a los personajes en su tránsito de niños a adultos. Si bien, hay un exceso en el uso del flasch back, son aquellas secuencias que nos muestran a niños enfrentando horrores de adultos y ahora convertidos en adultos reaccionando como niños, las que mejor cuajan en la película.
Con actuaciones notables (en especial Bill Skarsgard), la película sostiene el tono (a pesar de sus trazos más duros en las secuencias no intencionalmente cómicas) y se siente rápida a pesar de sus casi tres horas de duración. Aunque resulta mucho menos aterradora que la primera parte (eso ya había ocurrido en la recordada primera adaptación de la novela en la serie de TV de 1990) y se deba quizás al material original y a que los adultos en peligro resultan menos indefensos que los niños.
En suma, entretenida cinta de horror para masas y una buen puerta de entrada para quienes no conocen un tipo de horror más comprometido. Una línea que fue mejor sorteada en la primera parte, pero que sigue estando, aunque más débil, en esta segunda entrega.
IT: chapter 2. USA. 2019. Terror.
Mayores de 14 años (algo de violencia y sangre)
El portal que permite al mal pasar a Darry, el pueblito dónde "It" tiene su centro de operaciones, vuelve a estar activo y con ello Pennywise (el payaso que sirve de corporalidad para el mal de It), ataca nuevamente. Esta vez y tal como sucede en la novela original de Stephen King escrita en 1986 (y que quizás es una de las secuencias más honestas, intensas y rápidas en la literatura de King en las que el elemento sobrenatural no está presente, si no más bien la monstruosidad de los seres humanos), un joven pareja gay sale de la feria de Darry. Ambos debido a unas fugaces muestras de cariño provocan la ira de un grupo de homofóbicos jóvenes, quienes los atacan, golpean y lanzan a uno de ellos al río desde un puente. La secuencia es cruda y demuestra que por mucho que el mundo de King esté plagado de monstruos, los humanos podemos ser peores. Tras caer al río, aparece "It" y le ofrece falsa ayuda, mientras su pareja lo busca desesperado.
Tal como en la apertura de la primera (la muerte del pequeño Georgie), la secuencia es brutal y muy bien manejada. Tras eso, el club de los perdedores tiene que reunirse ya adultos para enfrentar al que fue el terror de su niñez. Más allá de las alegorías propias al crecimiento, las marcas de la infancia y el crecimiento disfuncional de muchos de los personajes, la película propone un camino un poco diferente al de la primera entrega. Se reemplaza la tensión por la acción y la grandilocuencia, haciendo transitar a la película por momentos más gruesos y más cercanos al terror de masas de lo que fue su predecesora.
Hay secuencias, en las que ese imaginario de terror "pop", por momentos rozan el ridículo y casi la comedia (recuerda vagamente a "Arrástrame al Infierno" de Sam Raimi, una cinta descabellada e intencionalmente exagerada como comedia de horror), pero que se sienten forzados, parafernálicos y sobremusicalizados. Es en esas secuencias, de la "It 2" tiene sus mayores debilidades y que además provocan un quiebre narrativo no del todo logrado.
A pesar de eso, en la globalidad, "It 2" es una entretenida cinta de horror que no deja indiferente al fanático. Hay secuencias oscuras, tensas y muy logradas. El argentino Andrés Muschetti (responsable también de la primera entrega) tiene oficio para manejar la tensión y también para perfilar a los personajes en su tránsito de niños a adultos. Si bien, hay un exceso en el uso del flasch back, son aquellas secuencias que nos muestran a niños enfrentando horrores de adultos y ahora convertidos en adultos reaccionando como niños, las que mejor cuajan en la película.
Con actuaciones notables (en especial Bill Skarsgard), la película sostiene el tono (a pesar de sus trazos más duros en las secuencias no intencionalmente cómicas) y se siente rápida a pesar de sus casi tres horas de duración. Aunque resulta mucho menos aterradora que la primera parte (eso ya había ocurrido en la recordada primera adaptación de la novela en la serie de TV de 1990) y se deba quizás al material original y a que los adultos en peligro resultan menos indefensos que los niños.
En suma, entretenida cinta de horror para masas y una buen puerta de entrada para quienes no conocen un tipo de horror más comprometido. Una línea que fue mejor sorteada en la primera parte, pero que sigue estando, aunque más débil, en esta segunda entrega.
IT: chapter 2. USA. 2019. Terror.
Mayores de 14 años (algo de violencia y sangre)