viernes, mayo 01, 2009

Teleseries: Evolución innegable, entretención con variantes y censura increíble… Todo un mundo después de almuerzo


• Ya quedaron atrás las historias típicas ahora las teleseries se atreven a todo (y literalmente lo hacen) y no le hacen el quite a ningún tema. Un género casi representativo de Sudamérica y que no está lejos de la polémica.

• “En el nombre del amor” se llama una producción que ha sufrido cortes en su exhibición en Chile, a través de las pantallas de Mega, por una cuestión tan simple: la debilidad del ser humano.

Las teleseries han evolucionado enormemente y se han convertido en un género que si bien es considerado por algunos como una oleada de mal gustos y clichés, también es cierto que nadie puede decir que es un género estático.
Atrás quedaron las tramas que hicieron famosas a estas producciones como los hijos/as perdidos/as, la heroína ciega, el joven bueno que es engañado, embarazos inexistentes, etc. Si bien muchos temas se mantienen, han variado a otras problemáticas que incluyen literalmente casi de todo, desde incesto, homosexualidad, lesbianismo, tráfico de órganos hasta abusos sexuales y mucho más. Ahora después de almuerzo o en cualquier horario, la teleseries pueden esconder más de una sorpresa.
Además, tampoco hay que negar que su evolución no sólo está en su trama, si no también en la calidad de sus imágenes (TVN por ejemplo se jacta de transmitir en Alta definición, con lo que pretende compensar la trama un tanto floja de su teleserie los exitosos Pells). Hay teleseries que se olvidaron de la cámara estática, de los diálogos en plano medio o acartonados y apuestan por más, sin dejar de lado o traicionar el género. Hay secuencias hermosas por su carga y por su osadía (basta recordar Pampa Ilusión de TVN que tiene una de las secuencias mejor filmadas en el género en Chile, aquella donde Mister Clark (Héctor Noguera), es sacado de su casa sin moverlo de la cama).
Hoy en día la teleseries provienen de varios países, aunque en Chile siguen predominando las Mexicanas, Venezolanas, Brasileñas y las híbridos (teleseries hechas en Estados Unidos con reparto multinacional) y son sin duda un referente porque si se suma su sintonía uno podría dimensionar lo que significan como industria y como impacto social, de ahí que su evolución sea innegable, aunque en Chile esta evolución se ha dado casi exclusivamente en las llamadas Teleseries Nocturnas de TVN y en las pocas que ha hecho Chilevisión, porque a mi gusto, las teleseries de las 20 horas sufren una crisis creativa impresionante.
Podemos encontrar en las pantallas de Chile Teleseries como “Doña Bárbara”, basada en la novela clásica de Romulo Gallegos y que tiene escenas que impresionan por la violencia y por su sensualidad y que Chilevisión transmite sin problemas a las 14.30 horas. La teleserie partió excelente pero ha tenido un flojo avance, a pesar de eso es destacable que se atrevan a tocas temas como las dictaduras latinas, una violación múltiple, el abuso de poder y la promiscuidad. Lo mismo ocurre con “El Rostro de Analía” que trasmite también Chilevisión y en donde hay desde guaguas pérdidas, hasta una heroína que perdió la memoria, pero ojo, que esta teleserie debe ser una de las más innovadoras de su género y la razón es simple, la forma en que está grabada y la forma en como tratan su trama. El tratamiento es primordial porque acá se olvidaron de las cámaras espías y utilizan travellings, movimientos de cámaras fuertes, picados, contrapicados y muchas otras variantes del lenguaje audiovisual que anteriormente eran poco utilizados por el género. Además, su trama es muy compleja (incluye un cambio de rostro) y también roza algunos temas interesantes como la diferencia social en Estados Unidos, el estigma de los latinos, el exitismo y como broche de oro, está la prostitución, además de un personaje lésbico que se aleja un tanto del estereotipo. Como todo tiene sus reparos en algunos elementos estereotipados (como la mala y la buena), pero es quizás un ejemplo de cómo la Teleserie de ayer no es ni parecida a la de hoy.
En Chile nos quedamos pegados en cuanto a las teleseries de las 20 horas y es que TVN parece atravesar una crisis creativa en ese horario y atrás quedaron verdaderas Obras Maestras de género como la ya nombrada “Pampa Ilusión” o la extraña “Destinos Cruzados”. Lo mismo en el canal 13 (o TVUC) que a pesar de sus restricciones editoriales (que a veces ni se notan para ser sinceros) realizó un híbrido con historias que uno puede jugar a identificar de donde la sacaron o de que película es (por ej. Juno o Quedate a mi Lado (“Stepmon”, por nombrar algunas). Habrá que esperar a ver que sucede con la producción de Chilevisión, que en los años anteriores logró refrescar el género de las 20 horas con “Mala Conducta” y “Vivir con 10”.
Lo raro de esto es que a las 22 horas, las teleseries de TVN parecen ser de otro mundo. No parece que fuera el mismo canal y uno puede entender que hay más libertad para tocar ciertos temas (los Pells se atreve con la homosexualidad, aunque hay que decir que con personajes que son caricatura y que a veces dan vergüenza ajena, aún así parece una teleserie infantil) o de tener más posibilidades de jugar con el lenguaje, pero son tan diferentes. Basta recordar hitos como “Alguien te mira”, una verdadera Joya en su género no sólo por su trama totalmente diferente si no también por su tratamiento.
Las Teleseries tienen de todo y nadie lo puede negar o basta preguntarle a MEGAVISION y su censurada teleserie de las 14 horas. “En nombre del amor”, donde un cura tiene que decidirse por el amor de tres hermanas. Bueno aunque en Chile no se entiende nada de nada, porque sacaron todas las escenas que pueden “ofender” a la iglesia. ¿No habría sido más honesto NO transmitir la Teleserie? Me imagino que pensarán los sacerdotes del cura karateca de “El Rostro de Analia”, menos mal que esa teleserie no la transmite MEGA, porque ahí si que dan 5 minutos por capítulo (desde las balaceras, los intentos de violación, los desnudos, la prostitución, el consumo de drogas, el lesbianismo y el cura karateca)… en fin es una demostración que las teleseries de hoy en día han evolucionado hacia varios temas y también lo han hecho en su estética y lo que es mejor en su lenguaje audiovisual. Hoy ya no es vergüenza ver teleseries, hasta en cierta medida es un buen acercamiento a un género considerado menor, pero que por hoy es uno de los reyes de los canales de TV.

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