
Somos esclavos y sin discernimiento. Somos enfermos y “reparables”. Somos tantas cosas que no queremos ser, pero que el Mundo se niega a ver.
Es increíble para el Mundo Occidental y moderno el hecho de que las mujeres no puedan decidir con quien casarse. Bueno La UNICEF dice que el 41% de las mujeres en el mundo fue obligada a contraer nupcias siendo menores de 18 años. Una clara vulneración de los derechos fundamentales y muestra de barbarie que debemos erradicar. Al contrario de lo que podría pensarse es una práctica que se incurre en todo el planeta, incluso en los países más desarrollados como la Unión Europea (11%) y también en América Latina (19%), pero dónde las tasas son alarmantes es en los países de Asia Sur (46% de acuerdo a la UNICEF). Las justificaciones para cometer tal aberración son la religión, la cultura, la tradición y la situación económica.
No es posible que bajo ningunos de estos preceptos se avale un crimen como este. El matrimonio de una niña sin su consentimiento la expone a riesgos criminales como violencia sexual y sicológica, a discriminación, a vulnerar sus derechos de educación y desarrollo, entre muchos otros. Algunas simplemente se transforman en esclavas sexuales y en objetos de sus maridos. A todas luces una práctica que demuestra que a pesar de los avances seguimos siendo un mundo brutal, ignorante y lleno de trancas y tradiciones que nos empequeñecen como humanos.

Es de esperar que esto no sea más que una pequeña estupidez liderada por la Pontificia UC y que no signifique que estos tratamientos lleguen en masa al país, poniendo así en peligro la integridad moral y sicológica de miles de niños y niñas, que su único problema es vivir en un país que no es capaz de entender su diferencia y tratarlos como iguales.
entrada original: http://blogs.soychile.cl/copiapo/miradas-desde-lejos/te-obligo-te-reparo
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